Hace 100 años, la llegada de la Filoxera marcó el final del vino en Viver (Castellón). Eran tiempos en los que la producción era abundante y las exportaciones hacían que este precioso caldo viajara sin descanso. Con la plaga, este modo de vida y este sistema productivo basado en el vino y su comercialización desaparece, enfrentando a la población a una búsqueda urgente y dramática de alternativas que permitieran subsistir tanto a corto (cereal) como a medio y largo plazo (frutales).
Y como una de las consecuencias lógicas y directas de este cambio brutal del sistema, la adaptación de todo lo aprovechable del modelo anterior y la búsqueda de nuevos usos para todos los espacios y herramientas creados y utilizados hasta el momento para la vitivinicultura. Y entre todo este patrimonio suspendido, la definición de nuevos usos para los cubos en los que se almacenaba el mosto y donde…
Ver la entrada original 827 palabras más